Hola!
Primero, gracias por la referencia. En cuanto a la campaña de Vueling, sí, puede que como campaña deba ser aplaudida, pero me reitero en lo que contaba en la entrada: ¿delegar responsabilidades no ya en el público en general sino en su propio target? Mmmm. Lo que tú dices: no pego ni una.
Y en cuanto a las quejas provenientes del graffiti o del street art, yo no pertenezco al gremio (aunque lo sigo, admiro y documento), pero no deja de ser cierto que hay cierto (v.l.r.) apropicionismo por parte de la publicidad, y lo que me parece más importante: ¿cómo se criminaliza tanto el street art o el graffiti y no la llamada publicidad de guerrilla?
Vaya parrafada, no?
Un saludo!